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LA MONARQUÍA AUTORITARIA

En el siglo XV los reyes europeos siguieron reforzando su poder. Para ello, tuvieron que debilitar los poderes de la nobleza, de la Iglesia, de los municipios y de los Parlamentos.

El fortalecimiento del poder de los reyes, proceso iniciado a fines de la Edad Media, se fue incrementando en la Época Moderna. Atrás iba quedando el ideal medieval de la autoridad universal representada por el Papa y el emperador, y la capacidad de estos para imponerse sobre las dinastías constituidas.

La tendencia que se fue manifestando con mayor claridad fue la consolidación de unidades territoriales de carácter monárquico. En ellas, los principales elementos de cohesión eran la unidad lingüística de sus habitantes y su dependencia de una dinastía real. En estos territorios el poder se fue centralizando en los reyes, para lo cual tuvieron que someter a la nobleza y apoyarse en aquellos que veían en dicha centralización una garantía de ley y orden. Estos últimos eran fundamentalmente los burgueses, quienes estaban a favor de las pretensiones de los reyes en cuanto se generaran condiciones favorables para sus actividades económicas.
Fue en los reinos europeos occidentales donde se perfiló más nítidamente la monarquía autoritaria, es decir, una monarquía con las siguientes características:
  - El rey consiguió hacerse obedecer al interior del reino e impedir que siguiera aumentando el poder de grupos, como los nobles, o de instituciones, como las Cortes (en España), el Parlamento (en Inglaterra) y los Estados Generales (en Francia). No obstante, debía considerar la participación de asambleas representativas.
  - El rey no reconocía ningún poder exterior que limitara su autoridad en el reino. Ni siquiera el del Papa o el del emperador. 

Este aumento del poder real se hizo posible en la medida en que los reyes fueron capaces de contar con:
  - Una fuerza militar que respondiera a sus intereses en forma permanente, a diferencia de lo que ocurría en la época medieval en que era fundamental el apoyo de los ejércitos de los señores feudales.
  - Una base financiera, generalmente obtenida a través de los impuestos y de los préstamos que les otorgaban importantes banqueros o financistas, que les permitiera solventar los gastos del ejército y de una red de funcionarios con que el rey contaba para administrar el reino. 
  - Un conjunto de ideas que sustentara su poder, lo cual se obtuvo a través de la recuperación del derecho romano y su teoría sobre la autoridad del soberano. 

De este modo se fue configurando el llamado Estado moderno, una unidad territorial claramente delimitada, con un poder central soberano, apoyado en un aparato administrativo –la burocracia– y en un ejército permanente. 
Todo este funcionamiento del Estado se apoyaba en: 

  - Una Burocracia, que constituía el aparato administrativo del Estado, el conjunto de funcionarios estatales que cumplían diversas funciones en la administración. Entre esos funcionarios también se contaban los encargados de mantener relaciones diplomáticas con otros Estados. Era una administración centralizada y profesional que dependía directamente del rey.

  - Un Ejército, que se trataba de soldados de oficio que cumplían con la tarea de asegurar la paz interna y defender al Estado durante la guerra. Existía la modalidad de ejércitos mercenarios o, en el caso de las monarquías, ejércitos permanentes. Infantería, caballería y artillería fueron las tres armas básicas del ejército moderno.  El ejército era permanentey pagado por el monarca y al que obedecían sus órdenes.

  - Unos Impuestos, que aumetaro, para obtener ingresos con los que financiarse.

  - Una amplia una red Diplomática para mantener relaciones con los países vecinos.

La corte, o casa del rey, abandonó su carácter itinerante típico de la Edad Media, y se instaló en una ciudad fija desde donde se dirigía el gobierno.

1 comentario:

Albert Millan dijo...

por que no se puede ver el video