A partir del siglo XI y gracias a la prosperidad agrícola, al aumento de población y a la recuperación del comercio, las ciudades de origen romano recuperaron su importancia, y en ellas surgieron los burgos. Estos eran barrios dedicados a la producción artesanal y al comercio de dichos productos y de los alimentos traídos del campo.
Además de las ciudades de origen romano, surgieron nuevas ciudades con fines comerciales. Se fundaron en lugares estratégicos como puentes, rutas de peregrinación, pasos alpinos o rutas comerciales y fueron ciudades donde se establecieron artesanos y mercaderes.
Nacieron también ciudades feudales a partir de aldeas junto a castillos o monasterios que, conforme fueron creciendo, fueron rodeadas con murallas y convertidas en burgos.
El crecimiento de las ciudades se debió
a varios motivos.
Por un lado, las nuevas técnicas agrícolas
hicieron menos necesaria la mano de obra de los campesinos y muchos
tuvieron que emigrar a las ciudades para buscar trabajo. Además, el
comercio se reactivó y muchos mercaderes se instalaron de forma
permanente en las ciudades, en las que tenían lugar los mercados.
Los campesinos de los alrededores iban una vez por semana a la ciudad
a vender sus productos y a comprar otros que necesitaban.
Algunas ciudades se convirtieron en importantes centros del comercio
regional e incluso internacional.
Las ciudades ofrecían mejores
condiciones de vida, porque no estaban bajo control de los señores
feudales y todos sus habitantes eran libres. Cada ciudad tenía su
propio gobierno, el Ayuntamiento, que estaba dirigido por un alcalde.
Muchos campesinos emigraron también a las ciudades escapando de la
servidumbre y en busca de mayor libertad.
Los habitantes de las ciudades se
llamaban burgueses. Pero entre los habitantes de las ciudades había
grandes diferencias:
- Unos eran muy ricos, como los
propietarios de los mayores talleres artesanos y los principales
mercaderes. Estos grupos controlaban el gobierno de la ciudad.
- La mayoría la población está
formada por artesanos y tenderos modestos, y por personas dedicadas
al servicio doméstico en las viviendas de los más ricos.
- Por debajo estaban los pobres y
marginados, que no tenían trabajo y mendigaban o incluso
delinquían para sobrevivir.
En las ciudades de la Europa medieval
la mayor parte la población era cristiana. Pero también había
grupos de judíos que vivían en barrios separados, las aljamas o
juderias. En los reinos cristianos de la península ibérica también
había población islámica, y sus barrios eran las morerías.
Algunas de las principales ciudades europeas de la Edad Media fueron:
- Génova, Venecia, Marsella, Barcelona: dedicadas al comercio.
- Brujas, Londres: centros artesanales.
- Medina del Campo, Amberes, Champaña: donde se situaban importantes ferias.
- París, Oxford, Salamanca: grandes ciudades culturales con universidades.
- Roma: como capital religiosa.
- Londres, Florencia: centros políticos.
Algunas de las principales ciudades europeas de la Edad Media fueron:
- Génova, Venecia, Marsella, Barcelona: dedicadas al comercio.
- Brujas, Londres: centros artesanales.
- Medina del Campo, Amberes, Champaña: donde se situaban importantes ferias.
- París, Oxford, Salamanca: grandes ciudades culturales con universidades.
- Roma: como capital religiosa.
- Londres, Florencia: centros políticos.
Besalú, ejemplo de ciudad medieval:
1 comentario:
Muy buena información.
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